Articulación tempomandibular (ATM)

El bruxismo es el hábito inconsciente de apretamiento o rechinamiento de los dientes, tanto de día como de noche.

Esto suele estar asociado a procesos de estrés, preocupación, nervio o ansiedad.

En ocasiones puede deberse a una mala alineación de los dientes, por lo que con un tratamiento de ortodoncia se podría solucionar.

La principal consecuencia del bruxismo es el desgaste de los dientes, haciendo que con el tiempo se vayan haciendo más pequeños. En ocasiones la presión es tal, que se puede llegar a partir un diente, obligándonos a tener que extraerlo.

Sin embargo, el peor efecto que tiene el bruxismo se da en la propia articulación, donde puede desgastarse o desplazar el menisco, pudiendo provocar fuertes dolores e imposibilidad de abrir bien la boca.

Para evitar todo esto, se colocan unas férulas de descarga, que eliminan la presión que hacemos mientras dormimos, protegiendo así la dentadura y la articulación.